miércoles, 13 de octubre de 2010

Pico Y Pala: La previa.

  Una desgracia tocó a la puerta de 33 familias, un padecimiento de 2 meses.
  Quizás hoy veamos la luz al final del túnel. Quizás los 33 hombres en la mina derrumbada de San José, vuelvan a ver la luz del día. Quizás hoy pueda decir, que no estoy decepcionada de la sociedad en la que vivo.

  Hoy comprendí, que la nobleza y la solidaridad, son valores, que no se perdieron.

 Hoy, la vida de estos 33 hombres esta en manos de cientos de personas. Entre rescatistas, médicos, ingenieros, arquitectos, noteros, camarógrafos, obreros, vecinos, familiares, amigos, desconocidos o simples personas como yo, o como vos que leen esto.

 Porque hoy los ojos del mundo son para Chile. No puedo evitar preguntarme y cuestionarme  ¿si me preocupo por cosas tan efímeras, tan superficiales …

 Cómo reaccionaría frente a la situación de quedarme atrapada bajo tierra con personas que quizás no conozco, sin ningún tipo de comunicación con el exterior, sin noción de tiempo, sin los que aprecio, y privado de tantas cosas que creía necesarias para vivir?

 ¿Cómo era la vida de Florencio Ávalos, y la de José Ojeda, y que hay de Darío Segovia entre otros tantos que en este momento están siendo rescatados? ¿Cómo será su vida ahora? ¿Cómo se darán cuenta de quienes eran y quienes son ahora, después de literalmente tocar fondo?

 Me encantaría saber que será de ellos, que pensarán mientras suben por ese túnel estrecho, en esa cápsula.

 ¿Qué sentirán al ver que el mundo entero seguía su historia? ¿Qué no los abandonaron, que todos deseamos que salgan con vida?

 Todo es inimaginable sino se vive. Pero algo es muy claro. Todas esas historias, esas familias, esas experiencias, se entrelazaron en el destino. Algo hoy se formó, no solo en Chile, en el mundo.

 El deseo de que esas personas lleguen sanas y salvas, a algo tan sano y simple como un abrazo, una cama o a una alegría, se extiende desde Chile hasta Afganistán, cruzando océanos y clases sociales.

 En estos momentos, el deseo de vivir sale a flote, como lo mejor del ser humano. Durante estos meses, fui viendo en televisión, en diarios, de la intimidad, de los hombres atrapados.

 Desde una propuesta de casamiento desde la mina, hasta infidelidades, desde palabras de un padre a una hija, o de una mujer a su marido, vi lagrimas, también vi amor, y envidia, aunque parezca mentira, vi deseo de vivir, y nobleza.

 Vi pero también sentí.

 Una desgracia, en boca de muchos, y la esperanza desde mi humilde lugar como el de tantos otros.

 Un doce de octubre de 2010 a las 11:21 hs, a la espera de una noticia, de un final Feliz.













Periodista: Paloma Ojeda
Editor: Fiorella Sanfelippo.




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