miércoles, 1 de septiembre de 2010

La última salida

  La guerra de las Malvinas fue un suceso que con el pasar del tiempo, dejó de reconocerse como se debe. Marcó en sus víctimas recuerdos imborrables, dolores insufribles y lo peor, muertos, que no son recordados como merecen. Creo que esto fue aumentando ya que los veteranos, relatan las humillaciones y discriminaciones que sufrieron, tanto en la guerra como en su llegada a Buenos Aires. Fueron culpados por el hecho de perder la batalla, siendo que ellos sólo pusieron sus cuerpos. Eran chicos de dieciocho años, llenos de sueños y con toda una vida por delante, obligados a participar de un acontecimiento horroroso, sin saber ni a dónde ni por qué iban.
   Uno de los veteranos dijo: -Cuando nos estábamos dirigiendo a las Islas, sin saberlo, nuestro superior nos dijo que de los trescientos que éramos en ese momento, si sobrevivíamos tres, era demasiado.- Con esa pequeña parte del testimonio se demuestra lo terrible que era el gobierno militar de nuestro país, que en ese entonces estaba al mando de Galtieri. Este tenía antecedentes alcohólicos, pero nunca se pudo comprobar si cuando presentó la guerra ante todos, estaba ebrio o no.
   Personalmente creo que esa guerra fue en vano porque murieron muchos jóvenes totalmente inocentes. La cantidad de soldados argentinos era muy baja a comparación del ejército británico.
   A pesar de que las Islas Malvinas eran territorialmente argentinas, estas estaban ocupadas desde hacía 149 años por los británicos y Galtieri no quiso perderlas.
   Hoy, a 28 años de la guerra, los soldados son discriminados por la injusta sociedad en la que vivimos. Ellos tuvieron que pasar frío, hambre, enfermedades, lesiones, y aún siguen sufriendo pesadillas, insomnio, malos recuerdos y, sobre todo, la exclusión por parte de los demás.






Periodista: Marina Cantero
Editor: Micaela Gaytán

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