No sos perfecta ni te preocupas mucho por serlo. Pero eso va a cambiar cuando esté dentro tuyo. En el pasado, donde la inseguridad ganó terreno en tu mente y le preguntabas a tus amigos “¿Me veo gorda?” ellos lo negaban, pero sabias que mentían. Solo yo te voy a decir la verdad. Es más, ¿Te digo un secreto? Por dentro tus padres sienten una gran decepción hacia vos, su hija la de mucho potencial se convirtió en una gorda, floja y niña malcriada. Pero yo voy a cambiar eso. Esto es así, no tenés permitido comer mucho, vas a empezar decreciendo la manera de alimentarte, vas a leer las etiquetas de nutrición de los productos y mucho ejercicio.
Pero no va a pasar demasiado tiempo cuando yo te diga que no es suficiente. Te voy a presionar hasta el límite. Cada vez que te levantes a la mañana y corras al baño voy a estar ahí. Mirarás con consternación al espejo, presionaras donde te ves gorda y cuando sientas el hueso, sonreirás y ahí planificaràs tu día; 400 calorías, dos horas de ejercicio. Te voy a seguir a todos lados, llenando tu cabecita de pensamientos sobre peso, comida, porque ahora estoy dentro tuyo. El dolor que te da el hambre, que pretendés no sentir, soy yo en tu interior.
Jugá con la comida para disimular pero no comas, si comés, vas a perder el control, ¿Querés eso? ¿Volver a ser una gorda a la que nadie quiere? Cuando te veas en el espejo, voy a distorsionar tu imagen, te voy a mostrar obesa, sucia y fea. No podés saber que estás mal, porque si conoces la verdad comenzarás a comer de nuevo y nuestra relación se vendrá abajo. Cuando tengas ataques y te rebeles hacia mi, correrás a la cocina y verás toda esa comida de la que te mantuve alejada y a salvo. Vas a empezar a comer sin parar, sin tragar, sin saborear, sólo vas a disfrutar el hecho de que te estás rebelando en mi contra.
Cuando todo termine te vas a aferrar a mí, buscando un consejo porque realmente no querés engordar, pero rompiste una regla muy importante, comiste y ahora me querés de regreso. Te voy a forzar a ir al baño, te vas a arrodillar frente al inodoro, vas a meter tus dedos dentro de la boca y expulsarás todo lo que ingeriste, hasta que sepas que ya nada queda en tu estómago. Vas a sentir mucho dolor por haberme traicionado, te voy a dar laxantes y algún que otro corte para que veas tu sangre, no viene mal. ¿Es muy doloroso? ¿No querés que esto te pase? ¿Soy injusta? Hago las cosas para ayudarte. Pero tengo un punto débil, si decidís luchar, si encontrás a alguien y le contás que hice con tu vida, todo lo que logramos va a desaparecer. Por eso no le cuentes a nadie. Vos sos mía. Sin mí no sos nada, así que no luches en contra. Ignorá los comentarios. Soy tu mejor opción, lo sabés.
Autor: Camila Ivanovich
Editor: Sol Nieto Cowes
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